El amor I
Fina es la línea que separa el amor de la necesidad. "When I was young, I never needed anyone", nos canta Eric Carmen. Efectivamente, cuando somos jóvenes, la balanza entre el amor y la necesidad está totalmente desequilibrada a favor del amor. La necesidad no está entre los parámetros de los jóvenes, salvo raras excepciones (sólo conozco un caso). Pero las cosas cambian con la edad. Cada vez nos movemos menos, salimos menos, y nos es más difícil conocer gente y entablar relaciones, por lo que los períodos de soledad (si existen) se van haciendo cada vez más largos. Esto, junto a ciertos temas relativos al arroz, se ponen en el otro lado de la balanza. También, con la edad, se va apagando esa necesidad de sentir amor en su vertiente más fogosa, pasional y visceral, y otras necesidades ligeramente diferentes van tomando protagonismo: la de sentirnos queridos, la de tener cariño a nuestro alrededor, la de contar con alguien a tu lado.
Querer a alguien no es lo mismo que necesitar a alguien. Hay gente que no sabe estar sola, que no puede vivir sola. Estar solo es fácil de decir, pero muy difícil de soportar. Las personas que necesitan a alguien a su lado no conciben la vida sin su pareja, no son capaces de imaginar cómo vivirían sin alguien junto a ellas. Este fenómeno es curioso de ver, pero existe, incluso en jóvenes. Hay personas que necesitan tener a alguien que esté pendiente de ellas, sólo para sentirse bien. La componente egoísta de estos perfiles es enorme, y ni siquiera conciben que tengan ningún tipo de problema.
Leaving Las Vegas (Nicolas Cage, Elizabeth Shue, 1995) dibuja a la perfección esta línea de la que hablo. Sera (la buscona) se enamora (¿necesita?) de Ben, el alcohólico. Él la trata bien, la respeta, seguramente más de lo que nadie lo hizo nunca. Ella le quiere, le necesita. No quiere estar sola. Él es la única persona que ha demostrado sentimientos por ella, quitando su chulo, que no parecía apreciarla mucho. Ella tiene necesidad de tener alguien a su lado. Es también esta necesidad la que mantiene "unidas" a muchas parejas, que ven cómo su relación se ha ido al traste hace tiempo, pero que no quieren dejarla atrás por esta razón. Tantos años teniendo, para dejar de tener casi de golpe... Verdaderamente duro.
Es algo para plantearse, cuando conoces a alguien nuevo. Se mete en tu vida y de repente, ahí está. ¿La quieres? ¿O...la necesitas? No estaría mal que nos hiciéramos esta pregunta al poco de comenzar con alguien. Nos ahorraríamos muchos disgustos futuros...