El amor IV
Nunca me ha gustado especialmente la televisión; de hecho, rara vez la veo. Me parece una bazofia infumable, sobre todo los canales generalistas. Pero últimamente me estoy americanizando, y he descubierto que la única TV que se salva es la de pago. Hay algunos canales que merece la pena ver; algunos de vez en cuando y algunos continuamente. Entre los primeros, el que emite la serie que veo siempre que pillo: Sex and the city, o Sexo en Nueva York, el título que han decidido darle aquí.
La serie está protagonizada por cuatro amigas de taitantos que viven en Manhattan. Relata sus peripecias, crisis existenciales, sus pequeños y grandes triunfos y sus miserias. Sobre todo éstas. Cada una de las cuatro mujeres es diferente, y aún así comparten su amistad, cada una a su manera.
Casi todo lo que se cuenta en la serie está relacionado de alguna manera con los hombres y el sexo. Al ser cuatro mujeres muy distintas, cubren un amplio espectro de personalidades, estando reflejadas las más comunes que nos encontramos en la vida real. Creo que por eso me gusta esta serie, porque en cierto modo me veo reflejado en algunas de las situaciones que se relatan, ya que aunque algunas sean bastante previsibles, en general son auténticas.
Lo que no me parece tan bien es que ponen a todos los tíos a caer de un burro como si eso fuera la norma. Es cierto que si las cosas fueran más light la serie no tendría tanta audiencia, pero vamos, tampoco creo yo que sea para tanto. Es como si no supieran encontrar nada más que psicópatas, trastornados y tíos raros en general. El único consuelo para esto es que ellas tampoco son ninguna perita en dulce. Las cuatro distan bastante de lo que llamaríamos una mujer normal. Exigentes, maniáticas y envidiosas, van de relación en relación, de hombre en hombre sin encontrar nunca su media naranja. Mientras, se lo van contando frente a cafés, cenas o cervezas y se lo pasan estupendamente, aunque al final acaben durmiendo solas después de un nuevo fracaso.
En realidad, es la vida misma. A los treinta y tantos, a poco que te hayas movido por ahí, estás en una situación parecida a la de estas chicas. Buscas ese alguien que te haga levantar el vuelo para no volver a pisar tierra, y mientras tanto te mueves dando saltitos, pero no despegas. Te vuelves cada vez más especial y más egoista, aguantas cada vez menos y tu persona ideal es cada vez más una utopía y menos una realidad. Si te descuidas un poco y decides salirle al paso a tu destino, puedes incluso hacer tu propia serie.
Me parece entretenida, la verdad. En toda la parrilla, aparte de House, no hay muchas más series que se dejen ver, y muchas menos aún alguna con la que te puedas sentir en cierto modo identificado. Así que, especialmente si andais entre la treintena y la cuarentena, os la recomiendo efusivamente. Hasta puede que aprendais algo, como yo.
1 comentario:
Acabas de plasmar en "papel" mi propia opinión XD
Esta serie de la que hablas, "Sexo en Nueva York", siempre me ha llamado la atención. Me acuerdo de que cuando yo era pequeña, mi madre la veía y a mi no me dejaban estar por ahí cuando la ponían en la televisión. Eso me enfadaba mucho, pero más tarde, cuando por fin pude verla (y digo por fin porque me encanta, es de las mejores series que yo he visto en mi vida ^^) entendí por qué XD Y House también es para nota, vaya tío, cómo me mola su punto borde jaja!
La verdad es que la mayoría de las series o programas decentes suelen ser americanos (las series españolas, y no quiero ofender a nadie, me revuelven el estómago, así como el cine y la televisión en general). Pero los canales de pago no suponen una "salvación", en muchos momentos no sale nada aceptable en 900 canales que tienes (hablo por experiencia).
1beso!
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