martes, 19 de febrero de 2008

La sociedad VI

Así empieza todoMe he pasado al enemigo. Tantos años luchando, tantos años sufriendo... para esto. Qué pena. Si mi madre me viera.

Desde pequeño ya manifestaba mi aversión. Al pricipio no podía pasar de poner malas caras. Después, según fui creciendo, mis posibilidades aumentaron y pasé a la lucha activa con todas las armas a mi alcance. Guerra de guerrillas, escaramuzas; más tarde, guerra abierta. Muchas batallas libradas, muy pocas ganadas. El enemigo era fuerte, sus armas poderosas, y sus víctimas, faltas de voluntad suficiente para resistir, marionetas en sus manos.

Años en esta situación de guerra civil, en la que se pelea hermano contra hermano, de la misma sangre, han llevado, gracias a muchos miles, a millones de luchadores como yo, a conseguir poner de nuestro lado el arma total: la ley.

Un día, esos individuos que votamos de vez en cuando, que tan pendientes están de nuestras necesidades, y que nunca aprovechan su posición para beneficiarse ni ellos ni sus familias/amigos, los políticos, decidieron hacer leyes para proteger al bando oprimido. Se pusieron las orejas, esas cosas que siempre olvidan en el cajón de la cómoda, y oyeron al sentido común, que llevaba años gritándoles. Resultado: ya no se puede fumar en el trabajo, y los restaurantes de cierto tamaño están obligados a disponer una zona aislada del resto, con ventilación independiente, para los que todavía lo están intentando dejar.

Y heme aquí, satisfecho del resultado parcial de años de lucha (la guerra no ha acabado), en la tesitura de tener que escoger bando cada vez que voy a uno de estos restaurantes. ¿Qué hago entonces? Veamos: en los locales en los que la gente va a tomar cualquier cosa y charlar con los amigos (véase VIPs y similares), la elección está clara: soy el de siempre. Cuando quiera niebla, me iré a Londres. No obstante, la cosa cambia radicalmente cuando es un restaurante más clásico, uno al que la gente va a comer o cenar. En estos casos, mira tu, la gente come. Y mira tu por dónde, mientras come, no fuma. Bien es cierto que cuando acaban, con el café, se fuman uno o dos, pero vamos, que después de aguantar toda la vida a chimeneas compulsivas, tampoco pasa nada por que el de tres mesas más allá se eche un pito. Para eso está el potente extractor de la zona.

A estas alturas ya os estaréis preguntando: "Pero ¿y por qué no ir a la zona de no fumadores, y evitarías incluso al de tres meses más allá?" Ah, ahí está el quid de la cuestión, el por qué me he pasado al enemigo. La clave está en el resto del enunciado de la ley: "Los niños [los gritones, maleducados y coñazos en particular] no podrán acceder a estas zonas de fumadores" Corolario: todos los familiares que van con esos niños, tampoco. Ahí lo tenéis. ¿Qué significa esto? Fácil: dependiendo del tipo de restaurante y del día de la semana (el fin de semana es mortal), puede que en la zona de no fumadores el tiempo de espera para sentarse pase de media hora. Y la zona de fumadores semi-vacía...

¿Vosotros todavía pedís zona de no fumador?

In English, please

4 comentarios:

Horus dijo...

Te entiendo perfectamente, a veces yo (que nunca he fumado) también pido en fumadores sólo por no esperar o, incluso por encima de eso, por no aguantar a los petardos los niños de los demás.

Artemis dijo...

Odio el humo, pero hay veces que da gusto tragar un poco con tal de que no tengas niños por todos lados corriendo, gritando y ensuciándolo todo. De todas formas son sólo niños y es lo que suelen hacer, pero que me decis de los padres??? Muchas veces son peores que ellos.

Anónimo dijo...

Qué razón tienes. A mí no me molesta el humo, mi padre fuma... Pero como mi hermana es pequeña pues nada, toca jorobarse con el coñazo de los niñatos y con la espera (ahora ya siempre vamos con reserva o no hay forma).
Hablando de los niños... Me uno a la iniciativa de Artemis, no me gustarán los críos, pero la culpa suele ser de los padres por no saber educarlos.
1beso!

Fénix dijo...

Pues hemos de hacer una liga entones, porque yo también me uno a la opinión de Artemis. Nos llamaremos "Liga anti-padresquenosabeneducarasushijos", y les castigaremos continuamente con feroces sarcasmos e ironías XD

Pero el post iba por lo de las zonas de no fumadores, eh? Lo de los niños es circunstancial, aunque veo que es lo que ha dado más juego XD